Segunda visita que realizo este curso escolar a Canguli Biblioteca. El alumnado había preparado A vista de Gaviota. Ya saben por mis anteriores artículos lo que pienso sobre el trabajo que se lleva a cabo en este Centro en pro de la animación lectora, así que no es menester que insista.
El derroche de creatividad fue espectacular y muy emocionante. Me condujeron en un simulacro de coche de cartón (El maserati) hasta el lugar del encuentro y allí me esperaron para transportarme en la virtualidad a la capital que conocí cuando viví mis momentos juveniles y que dejé plasmados en el libro. Esos instantes fueron inolvidables y cargados de recuerdos que jamás podré olvidar. Me costó centrarme y espero que no se haya notado mucho, por aquello de que no haya desmerecido el acto con mi sensiblería ¡Fantástico!
El repaso a las ruindades que hicieron en su juventud los padres y abuelos de los chicos estuvo genial. Para hacer ese trabajo de campo con la recopilación de aventuras reales, tan cargadas de simpáticas e inesperadas situaciones, tuvo que ser genial por el ambiente y complicidad familiar. Hubo historias para todos los gustos y me encantó con la soltura y dominio de las tablas ¡Perfecto!
En el apartado de preguntas al autor intervinieron, desde la distancia y a través del teléfono móvil, mis amigos y miembros de la Banda del Cerepe: Chicho el Negro y Juan el Sajuní, este último desde Madrid. Éste fue un gran momento que ellos agradecieron.
Tuvieron el detalle de regalarme un CD con el trabajo que expusieron en la pantalla en la primera parte del encuentro. Aún no he solicitado autorización para colgarlo. Lo haré y si no hay ningún inconveniente lo pasaré a la red. En él hay una buena recopilación de fotos de Las Palmas de Gran Canaria que seguro les va a gustar.
Bueno, nada más, encantado de vivir estas experiencias y que los colegios se sumen ayudándome a ser tan feliz como me hicieron este día en Canguli Biblioteca del CEIP Bañaderos. Abrazos para todos y muchas gracias.
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